Me invitaron a soñar por un rato
me sumergí en esa marea alcohólica
que todo lo puede, lo hace y lo crea
pues vive en esas profundidades mágicas del alma
y no encontré nada
no encontré una gota de aquellos sueños
Como algunos entendidos lo han de llamar: un vacío poético
así que decidí hacer un poco de limpieza
como buen virgo
tiré viejos recuerdos
lavé mis venas con un poco de novedad
rellené mis oídos con un poco de algodón para evitar el ruido
sacudí el polvo de mi cabeza
organicé, si!, organicé el armario de mis sentidos
y renové miles de células con un poco de vitamina C
(lección: no subestimar el poder de la vitamina C)
Quizás sólo está mi estómago vacío y no todo lo demás -me dije-
así que rellené también mi estómago
pero nada
por fin, luego de algunas conversaciones ambiguas entendí, era el cariño
ese cariño mimoso que nos despierta y nos acuesta
ese cariño amoroso que no abandona
ese cariño sudoroso, que nos excita, sorprende e invita a soñar
es el cariño que nos enseña nuevas formas de vivir y nos conduce a nuevos sueños
te extraño cariño…