El dolor es implacable
su agudo salpicar envenena
su poderío nos convence a bajar la guardia
soltar algunas lágrimas
y buscar una mirada amorosa, una mirada compasiva
No me extraña que aprendemos tanto con tu estilo
dolor agobiante
dolor de cuerpo
dolor de alma
dolor ajeno
dejas tu huella sobre la arena de mi espacio
Acaso somos más humildes junto a ti?
te llevo conmigo
te siento adentro
entonces puedo mirarles con desdén
pues eres mi virtud
así como mi desgracia
Dejas tu odor sobre mi rostro pálido
mi rostro de insomnio
cual dilema ruiseñor
y no me olvido, no
volveré a preguntarte mañana
si he de ignorarte o abalanzarme sobre ti…