Al final me quedé dormido detrás de la cortina, el día se hizo eterno porque estuve volando de aquí para allá, pero no encontré mucha comida, parece que los humanos ya no saben como antes, puede ser si yo estoy viejo y no encuentro los mismos sabores de antes.
Bueno, seguiré un rato por aquí a ver si me cruzo con alguna mina, quizás me toque esta noche, una de esas delgadas, con las alas bien finas y con aroma a sangre, como ella, que hermosa era ella….
-Pero que linda esa luz, voy a ir a verla de cerca- pensé.