Un imaginario sobre el amor y el encuentro:
Física: Absolutamente claro, si esa persona no te atrae físicamente, no hay futuro. Es el factor primordial para el inicio de una relación. Sin las mariposas en el estómago y el cosquilleo en todo el cuerpo que te provoca ver a esa persona, no tiene sentido seguir hacia la siguiente puerta. Hay veces que esa persona te parece muy sensual, muy sexy, pero la llama interior o como diríamos algunos, la calentura, no se prende. Entonces mejor mueves tu vista a la siguiente.
Intelectual: Muchas veces empezamos affairs y no terminan en nada, pues la comunicación simplemente no funciona, o es unidireccional. O mientras uno piensa en manzanas el otro esta pensando en luciérnagas. Pero hay veces donde todo fluye, cada uno comprende lo que el otro está diciendo, casi como si fueran amigos esta vida y la anterior. Son capaces de resolver problemas juntos y entender las necesidades del otro. Y mucho más que eso, valorar las ideas, el conjunto de pensamientos y hasta la calidad (calidad, entendido como las cualidades y particularidades típicas de alguien) intelectual del otro. Pues hay una línea ideológica que de alguna forma, ambos siguen o desean seguir.
Emocional/Sentimental: La conexión emocional. Es la forma en cómo expresamos nuestros sentimientos y emociones con y para el otro. Esta puerta es muy importante pues también requiere comunicación, sólo que salimos del campo ideológico y entramos a uno más profundo, al campo del corazón. Podemos apreciarlo mejor cuando nos enfrentamos a ciertas circunstancias de la vida. Es también nuestra sensibilidad artística, humana y social. Es en el fondo la manera en como nos relacionamos en un nivel intuitivo con el otro. Algunos somos más prácticos, otros más soñadores, otros más fríos, otros más sensibles, algunos más cambiantes y otros más estables, algunos más románticos, otros más tranquilos e introvertidos, otros más fuertes y otros más audaces. Es un tema complejo para mi intención en este momento.
Espiritual: A veces hay cierta complicidad entre dos personas que atraviesa lo físico, mental y emocional. Es lo que llamaríamos el verdadero amor, la mitad de la naranja, o el príncipe azul. Esa complicidad es más que una simple relación, es una especie de conexión psíquica y abstracta. Donde al enfrentarse desnudos y verse la caras, desaparecen los miedos, las frustraciones, las ansias, el apetito sexual y todo se transforma en luz. Pues cierras los ojos y es como si el espacio se abriera ante tus ojos y vieras directamente el alma de ese ser vivo que está frente a ti. Es el compartir, pero más que ideas, sentimientos y atracción física. Es la magia de ver un futuro, de entender el mundo desde la otra persona, de saber desde lo más profundo que hay un nivel espiritual similar y que se puede compartir con alguien de este planeta esa visión de futuro que siempre has guardado dentro de ti. Es la persona con quien se comparten los ideales, cómo y cuáles sean que sean. Es la compañera o el compañero de viaje en la aventura de los sueños.
Sinceramente, no sé dónde está el umbral de esta puerta, quizás sólo se puede llegar a ella luego de atravesar las demás, quizás no y hasta puede ser la primera.