Te sueño en pensamientos mágicos, indecorosos
añoranzas cálidas de verano, que remozan las oscuras noches de placer
te amo en siluetas encorvadas, de movimiento
en dibujos lascivos, líneas errantes que deletrean una y otra vez tus espléndidos diseños
Pareces una vida cruda, desecha al consumo y la obligación
cansada de lidiar con versos sin emoción, siniestros
Dejaste en aquellas horas un aire doloroso
que aquejaba al ubicuo transeúnte
el silencio se colmaba con lágrimas de viento
y risa irónica de melancolía
El papelero se jacta displicente
expulsando todo brote de sentimiento
¿Compungido aún? exclama radiante, mientras alegra el anochecer cautivante
La marea grita años de cordura
aburrida de la bruma callejera
derrama arcángeles y demonios de sus mazmorras invisibles
La viuda renace de emoción
el santo emerge desde la tierra fría y reclama sus aposentos astrales
falaces los apóstoles, cristianos los imbéciles
Vestigios de un mundo muerto, perdido en la naturaleza de la moralidad
consternados por la innovación y los cambios radicales
temor y dolor a la libertad
silencio por poemas espléndidos
condena por amor
tragedia por criterio
fin de la utopía.